Los inicios de la prefabricación

La prefabricación de viviendas tuvo sus comienzos a gran escala en los Estados Unidos en las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado y se desarrollaron enormemente debido a la combinación de dos factores: por un lado para atender a la enorme demanda de viviendas de aquella época y por otro la finalización de Segunda Guerra Mundial, cuando gran parte de la industria bélica tuvo que reorientarse a otros sectores para poder sobrevivir, llegando a producirse por estos métodos en los años 50 hasta un 10% de las viviendas de aquel país. Los precios más económicos que los de la construcción tradicional y la rapidez, casi inmediatez en algunos casos, las hicieron muy populares, llegándose a construir barrios enteros de estas casas fabricadas en taller.

En 1953, el arquitecto Bertrand Goldberg, diseñó una viviendas prefabricadas, que llamó Unishelter, basándose en un laboratorio móvil del ejército de los Estados Unidos. Se componían de módulos de aluminio que se hacían en una fábrica y se podían transportar a cualquier punto del país. Fue de los primeros en plantear la creación de nuevos barrios o suburbios que pudieran levantarse en cuestión de semanas.


Unos años antes, en 1946, Richard Dreifus, que procedía de la industria aeronaval, abanderó un programa federal para la creación de viviendas para las familias de los soldados que volvieron de Europa, a partir de grandes paneles de aluminio.

En 1947, se patentaron en Estados Unidos las llamadas Lustron Houses, realizadas en hierro esmaltado. La compañía disponía de un amplio catálogo con diferentes modelos de casas según tamaño y número de dormitorios que tuvieron mucho éxito en su época.


Sin duda, la más conocida de estas experiencias americanas fue la casa Dymaxion House del genial arquitecto Buckminster Fuller, quien desarrolló su propia versión de casa prefabricada después de la Segunda Guerra Mundial. La estructura pendía de un soporte central de acero, sobre el que colgaba el resto de la casa, construida en aluminio, separándola de la humedad del suelo. Consiguió una casa muy luminosa, puesto que todo el perímetro tenía ventanas y perfectamente acondicionada, puesto que el diseño de su parte superior creaba una corriente de aire que expulsaba el aire frío en invierno y el caliente en verano, sin tener que recurrir a aparatos de aire climatización.


Pero no sólo se hicieron casas prefabricadas en Estados Unidos, en Europa Konrad Wachsmann y Walter Gropius diseñaron las Packaged houses, unas viviendas realizadas a base de paneles de contrachapado de madera basados en un mismo módulo estándar usados para paredes, suelos y techos. Este sistema daba una gran flexibilidad y permitía al cliente involucrarse en el proceso de diseño, así mismo facilitaba el psoterior crecimiento de la vivienda según fueran cambiando las necesidades de la familia.



Antes de acabar es necesario hablar de las casas Levitt, desarrolladas a finales de la década de los 50 en Estados Unidos y de las que se llegaron a vender 140.000 unidades, representan un caso de especialización extrema, en el que cada operario realizaba una única tarea dentro de un proceso de fabricación dividido en 27 procesos distintos que permitían un precio de venta de 7.990 $, con un beneficio de 1000 $. Estas casas denominadas tipo "Cape Cob" supusieron un cambio en la organización de la vivienda, la cual interiormente giraba en torno a la chimenea y en el exterior daba una mayor importancia al patio trasero.


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