Otras formas de construir: Neumáticos.

La contaminación producida por la construcción tradicional es responsable del 10% de las emisiones de CO2 que producen los países del primer mundo, sólo por detrás del sector del transporte y del de la producción de energía. Y es que levantar un edificio es muy contaminante; no sólo porque conlleva la transformación industrial de sus componentes, de materia prima a materia manufacturada, con el elevado energético que conlleva, sino también por el efecto sobre el medio ambiente que representa la extracción de esas materias primas.


El reciclaje o reutilización de materiales permite eliminar el primer factor contaminante que genera la construcción de un edificio: la transformación de sus materiales y en este sentido, los neumáticos usados tienen un enorme atractivo; además de tener un material listo para su uso, gratuito (o con un precio irrisorio) y con un enorme stock. Sólo en un país industrializado como Gran Bretaña se tiran anualmente 40.000.000 de neumáticos, con los que se podrían construir unas ¡40.000 casas!

La principal ventaja de la utilización de neumáticos usados es su escasa repercusión ecológica, puesto que su uso como material de construcción genera muy pocos escombros. Otro factor determinante es que su puesta en obra no requiere una cimentación tradicional, por lo que este tipo de viviendas pueden ser fácilmente derruidas y sus materiales vueltos a utilizar.


El origen de su uso como material de construcción se debe al genial arquitecto Michael Reynolds, quien en plena crisis del petroleo en el siglo pasado ideó una tipología constructiva que permite el emplazamiento de una vivienda en casi cualquier lugar del mundo gracias a diferentes métodos de captación de agua, al uso de energía solar y a conceptos bioclimáticos básicos. A tal concepto edificatorio lo llamó earthship y se ha pasado el resto de su vida construyéndolo.

El principio constructivo de Reynolds se asienta sobre cuatro puntos básicos:
  1. Orientación de la casa al sur (si está construida en el hemisferio norte) para captar la mayor cantidad de luz en invierno y protegerse de ella en verano. Esto se consigue con la construcción de tres muros de neumáticos semienterrados en las caras N-E-O y una cara Sur abierta que creará un invernadero, que además de calentar la casa, producirá alimentos para sus ocupantes.
  2. Neumáticos usados rellenos de arena compactada para realizar los muros de carga, que representan un excelente aislamiento térmico y acústico y consiguen mantener una temperatura constante a lo largo del año de entre 17 y 24 ºC. Con botellas de vidrio y latas usadas se levantan los tabiques interiores.
  3. Uso de energías renovables: solar, eólica, geotermia...
  4. Sistemas de captación y almacenamiento de agua y tratamiento de aguas sucias.
El proceso de construcción es muy sencillo y no requiere especialización, una vez elegida una zona en pendiente para poder enterrar la casa en la ladera, se hace el vaciado con una retroescavadora y se usa esa tierra para macizar los neumáticos que se van colocando por hiladas, formando una estructura abierta al sur, con el resto de los lados cerrados. Su gran espesor les confiere estabilidad e inercia térmica. Entre los neumáticos se colocarán latas vacías para mejorar el aislamiento y después se enfoscarán con adobe, barro o cal.


Una vez realizados los muros exteriores, se procederá a realizar la cubierta, que Reynolds aconseja reutilizar traviesas de tren y materiales de origen vegetal como el corcho, fibras de madera o coco como aislantes térmicos. Además de servir de protección, la cubierta debe recoger agua que se usará para la limpieza, el riego de las plantas que se plantarán en el invernadero e incluso, tras su depuración, para el consumo humano.


Los muros interiores se realizan con más materiales reciclados: latas vacías de aluminio, que quedarán ocultas tras el enfoscado y botellas de vidrio vacías que dejarán pasar la luz a través de ellas iluminando y coloreando los espacios, lo que hace que estas viviendas sean muy confortables y agradables.


Este tipo de viviendas ha tenido bastante éxito en el sur de Estados Unidos, en concreto en Nuevo México, donde se han creado comunidades enteras basadas en los principios de Reynolds, no sólo constructivos, sino filosóficos (muy relacionado con teorías New Age, ecologismo y naturismo) debido a su excelente adaptación al clima desértico.


No obstante, en los últimos años este concepto constructivo se ha popularizado debido a la facilidad de obtención de sus materiales, la adaptabilidad a cualquier clima y a su rentabilidad económica. Es por ello que se están llevando a cabo diversos proyectos como una alternativa viable a los métodos de construcción tradicionales, con ejemplos en lugares tan dispares como Reino Unido, Mongolia, Jamaica, Nicaragua, México o África.

El siguiente es un proyecto (no construido aún) que realicé para una iglesia en Victoria Falls, en Zimbabwe, en colaboración con la ONG española Amigos de Zimbabwe en España en el que el elemento constructivo principales el neumático reciclado, un método que se adapta muy bien a las condiciones climáticas del país, con días muy calurosos y noches frías. Los cuatro muros convexos exteriores de neumáticos rellenos de arena compactada y enfoscados con adobe crean el primer recinto protegido del calor del exterior, en el que se desarrollan diferentes actividades relacionadas con la parroquia: despachos, escuela, baños y lavadero.


En el exterior de la iglesia se crea una plaza formada por muros de neumáticos, que sirven como bancos, alrededor de una fuente con la idea de crear un espacio que pueda servir de mercado o lugar para dar misa al aire libre.

EL espacio destinado a la iglesia está en el centro del conjunto, formada por dos muros cóncavos, que dibujan una planta longitudinal en forma de pez, de mayor altura que los espacios exteriores, para la celebración de las misas, así como para hacer asambleas o reuniones parroquiales.

El proyecto se basa, así, en un juego de muros curvos en planta y alzado, que van conformando espacios protegidos del fuerte sol africano. Los huecos de los potentes muros estarán decorados con botellas de colores, haciendo dibujos realizados por artistas locales, muy importantes en la tradición del país.

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