Primero fue Chicago, con la plantación de más de cien especies vegetales autóctonas en la cubierta de su ayuntamiento y la promesa, vía legislación, de facilitar y acelerar cualquier licencia de obras presentada con el certificado LEED, que obliga a tener una cubierta vegetal. Más tarde llegó Toronto, en Canadá, que desde el año 2012 obliga por ley a ajardinar las cubiertas de cualquier edificio con más de 2000 m2 y ya cuenta con más de 35.000 m2 de superficie ajardinada en las alturas. Ahora le llega el turno a Europa. Suiza ya obliga a ajardinar cubiertas en todos los edificios nuevos, Copenhague aprobó una ley para ajardinar sus cubiertas en 2012...
Cubierta del Ayuntamiento de Chicago (Fuente)
¿Y por qué es bueno ajardinar las cubiertrtas de un edificio?
En primer lugar hay que tener en cuenta que las cubeirtas de los edificios representan cerca del 25 % de la superficie de las ciudades, lo que nos indica la cantidad de espacios verdes que se ganarían para el disfrute del ciudadano. Segundo hay que tener en cuenta que las ciudades son unas tremendas emisoras de gases de efecto invernadero: coches, fábricas, calderas, etc... que la vegetación de las cubiertas absorverá.
Además, el ajardinamiento de las cubiertas dará lugar a un mejor aislamiento de los edificios, que disminuirán sus consumos energéticos, filtrará el agua de lluvia,evitamndo que llegue al alcantarillado y tenga que ser depurada. Se eliminará o reducirá drásticamente el denominado "efecto isla", que se produce en las ciudades al absorver el calor del sol materiales pétreos como el hormigón, las cubiertas de teja cerámicas o materiales bituminosos usados en la impermeabilización o en las calles asfaltadas, ya que gran parte de estas superficies estarán cubiertas de árboles, arbustos o hierbas.
Cubierta hotel Marriot, Toronto (Fuente)
Mejorará la calidad de vida de las personas que viven en las ciudades, puesto que se mejorará el aire del entorno, ayudaremos a crear entornos mejores para especies animales que habitan la ciudad, como aves, insectos o las imprescindibles abejas, que están en franco peligro... Si plantamos huertos en las azoteas, además de simples jardines, los colegios podrán enseñar a los niños cómo crecen loas verduras y otros vegetales, los edificios públicos abastecer a los comedores sociales y dar actividades a mayores y parados, los edificios privados crear huertos colectivos para disfrutar de sus beneficios...
Huerto urbano en el hotel Wellington de Madrid (Fuente)
Todo un mundo de posibilidades, que hay que explotar para tratar de mejorar la vida en las ciudades. Y no se trata de obligar por ley, sino tratar de convencer a constructores, asociaciones de vecinos y cualquier agente inmerso en el proceso constructivo, que una cubierta ajardinada es buena y económicamente viable para todos. Esto se conseguiría con campañas de concienciación, ventajas fiscales o como en Chicago, simplemente, dando preferencia en la concesión de licencias a aquellos edificios que recurran a este tipo de cubeirtas. Lo malo es que en España el politico sólo sabe gobernar a golpe de decreto, impuesto y multa, en lugar de estudiar y modificar la normativa para alentar este tipo de actuaciones. Triste país.
Comentarios
Publicar un comentario