Al igual que la Arquitectura Moderna nos demostró que el hormigón no es sólo gris, si no que existen enormes posibilidades compositivas gracias al uso del color, deberíamos pensar que los ladrillos también tienen color.
En España la tradición del uso del ladrillo está muy arraigada en nuestras costumbres y no sólo entre constructores y promotores, que ven el ladrillo como la solución lógica a muros y tabiques (en detrimento de otras soluciones constructivas), si no y sobre todo, entre los clientes que ven en el ladrillo un material resistente y duradero, que les proporciona una sensación de seguridad. Pero a pesar del hecho de que la industria cerámica española es muy importante y tiene desarrolladas un sin fin de nuevas soluciones entre sus materiales, a la hora de pensar en una vivienda unifamiliar, en un chalé, siempre nos decantamos por el color marrón, en sus diferentes tonalidades, pero marrón, al fin y al cabo.
Gama de ladrillos Palau, de Hispalyt.
La arquitectura a mayor escala sí que se ha dado cuenta de que el ladrillo no sólo es marrón, si no que puede tener el color que queramos y puede ayudar a significar nuestro edificio. Desde hace unos años, se levantan edificios en los que el juego de colores de la fachada juega un papel fundamental en la percepción del mismo y su relación con su entorno inmediato.
Y es ahora cuando la arquitectura doméstica debería de perder el miedo al color, a ser diferente de la del vecino, a saber que hay mucho más allá de la cubierta inclinada de teja y muros de ladrillo oscuro sobre un zócalo de piedra, que no es que no sea adecuada, si no que parece no estar acorde con la época en la que vivimos. En muchos casos se recurre a esta tipología propia de tiempos pretéritos por desconocimiento o simplemente por tener esa idea preconcebida.
Un paso pequeño es tratar de imaginar nuestro chalé en un ladrillo que no sea de color marrón y a partir de ahí abrirán nuevas vías de diseño: la cubierta, los huecos de la fachada, juegos de volúmenes y espacios. Muchas veces un pequeño cambio nos abre las puertas a un espacio más adecuado con nuestra forma de ser y de vivir y al fin y al cabo de eso se trata la arquitectura, de construir espacios para vivir.
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