¿Arquitectura low cost? ¡Huyamos!

Ayer volviendo a casa vi en un local un cartel que anunciaba "Arquitectura low cost". Estuve todo el viaje de vuelta pensando en esa frase. ¿A qué se referirán con eso? Lo primero que he hecho esta mañana es buscar en google arquitectura low cost para ver como se podía encajar ese concepto de coste bajo en la arquitectura y como no podía ser de otra manera se trata de algo tan innovador como tirar los precios del trabajo propio. ¿Quiere usted una casa? Yo se la hago por dos mil euros, quiere una reforma, aquí le paso su plano por cincuenta euros en una semana, ¿qué digo, para qué voy a pensar más? se lo doy en tres días, ¡que diablos!



Cuando pienso en low cost, me vienen a la cabeza inmediatamente cosas como ahorro de servicios y calidad, que si es para un momento o para algo puntual, es razonable, pero en otras situaciones me parece una locura. Pongo un ejemplo: al volar en low cost tengo que llevar menos equipaje, porque si no tengo que pagar más por el exceso, tengo menos sitio y además sin numerar, tengo que llevar impresa la tarjeta de embarque porque si me la imprimen en el aeropuerto me cobran un dineral... Si lo llevo a la Arquitectura sólo puedo sacar una conclusión terrorífica: Proyectos poco pensados y peor desarrollados, repetición de soluciones manidas para evitar nuevas, que conllevan dedicación y esfuerzo puestos en el proyecto, descrédito y falta de valoración del trabajo de uno mismo... 

Es lo que le faltaba a la pobre y actualmente infravalorada profesión de Arquitecto. Si nosotros, los arquitectos, no tratamos nuestro trabajo con cariño, admiración, dedicación y respeto, la sociedad hará lo mismo y en esto no podemos echarle la culpa a la crisis. Quizá lo mejor es que le hagamos un bonito funeral.

Antes de acabar, ¿a quien en su sano juicio se le ocurriría ir a un médico low cost?

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