La arquitectura de papel o el papel de la Arquitectura.

Mucho antes de que el término sostenibilidad se pusiera de moda, el arquitecto japonés Shigeru Ban comenzó sus experimentos con materiales de construcción ecológicamente racionales, tales como tubos de cartón y papel.

Sus estructuras comenzaron a principios de los años noventa del siglo pasado después de que un terremoto asolara una región de su país natal. Shigeru decidió que como arquitecto tenía una obligación moral para con sus conciudadanos y buscó la mejor manera en que podría ayudar en la reconstrucción. Así nació la iglesia de Kobe realizada con una estructura de tubos de papel.

Se trataba de una estructura ligera, fácilmente transportable y de ensamblaje rápido, lo que permitió levantarla en muy poco tiempo. En seguida los habitantes tomaron cariño a su nueva iglesia y lo que estaba destinado a durar unos meses, antes de construir una nueva, duró diez años. El éxito que supuso la estructura llevó a Shigeru Ban a desarrollar un modelo para exportarlo a países víctimas de desastres naturales o con grandes campos de refugiados, un problema que la arquitectura no le ha prestado la atención que necesita. En 1999 colaboró con ACNUR en el desarrollo y ejecución de estructuras temporales para campos de refugiados en África, con un notable éxito, creando unos espacios amplios y dignos para las familias desplazadas que resultaban más baratas y fáciles de montar que las tiendas de campaña existentes en el momento.

No obstante, no se quedó ahí, estaba convencido que sus estructuras podían destinarse a algo más que a meras construcciones temporales y desarrolló nuevos tipos de edificios para levantarse en países con pocos recursos, como en Turquía o en La India.

La arquitectura hace tiempo que ha dejado de servir al hombre para servir al estado, hace tiempo que falta un debate serio sobre el papel de la arquitectura ante la sociedad y ante el individuo, aunque Arquitectos como Shigeru Ban nos demuestran que aún hay quien ve la Arquitectura como un medio para devolver la dignidad y mejorar la calidad de vida de las personas.