Arquitectos en guerra

La guerra y la Arquitectura pueden considerarse conceptos opuestos y es verdad que mientras que el primero destruye, el segundo construye, no obstante, podemos observar que a lo largo de la Historia,ambos conceptos han estado estrechamente unidos en un extraño oxímoron personalizado en la figura del Arquitecto.

El Arquitecto está presente en casi todas las guerras de las que tenemos noticia, bien en el bando defensor, buscando la forma de controlar y proteger un Estado o una ciudad mediante fortificaciones, diseño urbano y planificación de la defensa; bien el el bando atacante, diseñando máquinas de guerra con las que derrotar al enemigo. En esta entrada quiero hablar de Arquitectos que han pasado a la Historia por sus dotes de construir y crear, pero también de destruir y derrotar a sus enemigos.

Hoy voy a hablar de cinco arquitectos en cuya obra está enlazado el diseño y la guerra.


1. MARCO VITRUVIO POLIÓN.

Si hay que elegir el primero, bien podemos empezar por uno que se estudia en todas las Escuelas de Arquitectura del mundo, no por lo que construyó, sino por un libro que escribió en el s.I a.C., que resultó ser el único libro completo de la antigüedad sobre esta materia que ha llegado hasta nuestros días. Por supuesto me refiero a "De Architectura", más conocido como "el Vitruvio".


Dicho libro, que en realidad es un tratado sobre arquitectura dividido en 10 libros, habla sobre todos los aspectos que un Arquitecto debería conocer en la Antigüedad para poder construir, siendo un manual completo de construcción de la época, en la que no faltan capítulos sobre química, materiales,  búsqueda y tratamiento de agua, astronomía... e incluso, en su último libro, habla sobre la guerra.

El libro décimo lo dedica a la guerra, habla de cómo deben diseñarse las catapultas y las ballestas, así como de otras máquinas diseñadas para la batalla y no sólo eso, enumera una serie de Arquitectos que se hicieron famosos antes que él por ayudar a tomar o defender una ciudad, como Trifón de Alejandría, que usó una serie de vasijas de bronce para localizar con precisión por donde estaban los enemigos de la ciudad excavando túneles para entrar en ella o las máquinas diseñadas por Diogneto para proteger Rodas de un ataque con torres de asalto.


2. LEONARDO DA VINCI.

Ha pasado a la Historia más por sus obras de pintura que arquitectura, pero en su tiempo fue contratado numerosas veces como arquitecto e ingeniero militar debido a su ingenio y al diseño de máquinas muy adelantadas a su tiempo, como escafandras para buzos, barcos de guerra, carros de combate, una especie de helicóptero...

Dibujos de Leonardo de un carro de combate (Enlace)

Leonardo empezó su carrera profesional en el taller de Verrochio, en Florencia, donde aprendió pintura y escultura y con el tiempo llegó a formar su propio taller, no obstante, también hay intentos del joven Leonardo por realizar trabajos de arquitectura, como el intento en 1478 de diseñar la iglesia de San Juan en Florencia, pero no seré en dicha ciudad, si no en Milán, donde empieza a trabajar seriamente como arquitecto, en concreto en la corte de los Sforza, donde además de trabajar en la organización de banquetes (diseña y crea una multitud de aparatos de cocina) y fiestas, es encargado para supervisar las fortalezas del ducado. Incluso tiene tiempo para pintar la "Virgen de las Rocas" y " La última cena".

Cuando los franceses invaden el ducado de Milán, Leonardo se marcha a Venecia donde estuvo trabajando en el diseño de las defensas de la ciudad, atemorizada ante un posible ataque turco, que no se produciría jamás. De sus servicios bélicos para Serenísima República toma nota la familia Borgia, que le reclama para trabajar en las Marcas, en el este de la península itálica, para inspeccionar fortificaciones.

Siguió teniendo trabajos relacionadas con las defensas de las ciudades y con la ingeniería hidráulica en Pavía, Florencia, Roma, donde pinta la bóveda de la Capilla Sixtina... mientras sigue con sus trabajos relacionados con la guerra: diseña armas y máquinas de guerra, estudia su alcance, mejora las existentes...


3. JEAN BATISTE KLÉBER

Este personaje no es nada conocido en el mundo de la Arquitectura, puesto que donde destacó fue en el campo militar. Veamos quien era.

Jean Batiste nació en Estrasburgo en 1753 y estudió Arquitectura en la universidad de París, aunque no tengo claro de que terminara la carrera, pues también estudió en la academia militar de Múnich; no obstante, su primer trabajo relevante es como Inspector de edificios públicos de Belfort, ciudad del noreste de Francia.

Durante las guerras revolucionarias francesas de finales del siglo XVIII, Kléber se alistó en el ejército revolucionario francés, que recordemos estaba formado por voluntarios y gracias a sus estudio s militares, se le dio un puesto de oficial, cargo que ocupó con excelencia en la llamada guerra contra la Primera Coalición. 

Más adelante tuvo un puesto destacado en la revolución vendeana, donde fue ascendido a general de división y designado gobernador del departamento de la La Vendeé, cargo al que renunció al recibir órdenes de exterminar a la población que se había atrevido levantarse en armas contra la República francesa. Por ello fue sustituido y ganó numerosos enemigos. Y es que los Arquitectos tenemos buen corazón.

Tristemente, la purga llevada a cabo en La Vendeé por su sucesor fue terrible, calculándose que asesinó a unos 250.000 personas de un total de 600.000 habitantes.

Sin embargo, las necesidades de la guerra, hicieron que Kléber volviera a ser llamado a la lucha, llegando a tener el título de comandante en jefe del ejército francés en 1796. No sin razón, es considerado unos de los mejores generales de su época, en un momento en el que la sombra de Napoleón empezaba a ser muy larga.

Su ultimo trabajo sería al cargo de los ejércitos franceses en Egipto, donde murió, en 1800.


4. GEORGES EUGENE HAUSSMANN

A pesar de no ser Arquitecto, su relación con la Arquitectura es tan importante, que merece estar en esta lista. Georges Eugene nació en París, en 1809, donde estudió derecho, pero gracias a los cargos que ostentó en su vida, veremos cómo en ésta se mezclan tanto Arquitectura y guerra, que no hay escuela de Arquitectura en la que no se le mencione.

A él se le debe la gran transformación urbanística que sufrió París en el siglo XIX y que marcaría profundamente el urbanismo desde entonces.

Plano del llamado Plan Haussmann (enlace)

La primera actuación, por encargo de Napoleón III, en París fue diseñar el precioso Bois de Boulogne, mejorar el alcantarillado, ampliar calles, construir nuevos puentes y edificios como la Ópera, llegando a modificar el trazado de la mitad de las calles de la ciudad.

Estos cambios supusieron un avance en las infraestructuras de la ciudad, que mejoró sensiblemente el abastecimiento de agua y el alcantarillado, además de mejorar la comunicación al abrir grandes avenidas. De esta forma cambió el París medieval por uno moderno, sin calles estrechas o insalubres, destruyó chabolas y limpió las riberas del Sena mejorando la higiene y previniendo enfermedades.

Por otro lado, también se conoce estos trabajos realizados en París como urbanismo de bala de cañón, debido a que, como se vio más tarde, durante la Comuna de París de 1871, las calle anchas y despejadas, eran perfectas para reprimir huelgas y alzamientos, al evitar que los manifestantes pudieran hacer barricadas fácilmente o escabullirse por calles angostas y sinuosas. De esta forma, la Arquitectura continuó al servicio de la guerra, una vez más.


5. ALBERT SPEER

Nacido en Mannheim, en 1905, a este Arquitecto alemán se le conoce como el Nazi bueno, debido a que se responsabilizó de sus acciones como miembro del gobierno alemán durante la guerra y pidió perdón en los juicios de Núremberg, donde fue condenado a pasar 20 años en prisión.

Pero, ¿qué tiene que ver este Arquitecto con la guerra? Pues mucho, puesto que su gestión como Ministro de Armamento del régimen nazi permitió a este mantener su capacidad industrial hasta casi el último momento de la contienda, haciendo que ésta se alargara hasta 1945. Veamos pues, como lo consiguió.

Tras estudiar Arquitectura en la Universidad Técnica de Berlín, Albert consigue un puesto como profesor sustituto a los 22 años de edad y durante este tiempo acudió a un mitin del NSDAP, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, donde queda fascinado por la oratoria de Adolf Hitler, tras lo cual se afilia al partido en 1931, donde le dan un puesto de poca importancia. No obstante, gracias a su posición tiene la oportunidad de reformar una villa de recreo de un jerarca nazi, Karl Hanke, lo que en un futuro le abrirá las puertas del gobierno alemán.

Años después de esta reforma y tras abrir su estudio de Arquitectura en Mannheim con poco éxito, pero quiso la casualidad que Goebbels, ministro de propaganda, visitara la villa de recreo que reformó dos años antes para Hanke y quedara tan impresionado, que le pidió que reformara las oficinas del nuevo edifico de su ministerio en Berlín. 

El siguiente encargo fue el diseño del congreso nazi de 1933 en Núremberg, que era tan osado que nadie se atrevió a enseñárselo a Hitler, por lo que fue el propio Speer quien se lo enseñó, consiguiendo la aprobación del Führer. En poco tiempo acabará siendo íntimo de Hitler, que le iría dando cargos y nombramientos públicos, llegando a ser el Arquitecto del régimen en 1934. Es en estos momentos cuando construye los grandes proyectos en los que ponía la Arquitectura al servicio del Estado: el Campo Zeppelin, en Núremberg, con su la catedral de luz, el estadio olímpico de Berlín, el pabellón alemán para la Expo de 1937 en París, la cancillería del Reich... Pero donde desarrolla la Arquitectura más audaz es en los planes que tenía con Hitler para reformar Berlín tras la guerra, a imagen de lo que hizo Haussmann en París: la ciudad de Germania, una locura creativa con gigantescas avenidas, enormes arcos del triunfo y edificios con cúpulas imposibles.

Ciudad de Germania (Enlace)

Speer quería dar a sus obras un aura de intemporalidad, por lo que no sólo estaban diseñadas para sorprender y empequeñecer al visitante ante la majestuosidad del Reich, sino que quería que las ruinas de sus edificios, cientos de años después de haberse abandonado, fueran tan bellas como las de los edificios clásicos, griegos o romanos, que mil años después de haber desaparecido las civilizaciones que las crearon siguen siendo bellas y elegantes.

Y ahora, tras pasar rápidamente por su etapa arquitectónica, vamos a su aportación a la guerra.

En 1939 comienza la Segunda Guerra Mundial y Speer ya es Inspector General de los edificios de Berlín, además del arquitecto jefe del NSDAP y miembro del parlamento. Su primera aportación a la guerra es reorganizando su departamento y creando unos batallones de trabajo que siguen a las tropas alemanas en su avance por Polonia reconstruyendo puentes para garantizar el suministro, construyendo aeródromos, cuarteles para que descansen las tropas en el frente...

Todo esto hace que cuando en 1942 Fritz Todd, director de la Organización Todd, dedicada a realizar todas las obras de infraestructuras y de defensa del Reich, muera en un accidente de aviación, Hitler le nombra ministro de armamento y director de dicha organización.

Hasta ese momento, en Alemania no vivían en una economía de guerra, como pasaba en Inglaterra o la URSS, sino que seguían produciéndose los mismos bienes de consumo que durante tiempos de paz. Y es aquí donde entra Albert Speer, quien decide poner toda la industria alemana al servicio de la contienda: prioriza la creación de armamento sobre todo lo demás, especializa las fábrica, mete masivamente a las mujeres en las cadenas de producción, reorganiza los sistemas y convoyes de trenes para permitir el flujo de mercancías por Alemania y los países ocupados, diseña y construye  decenas de fábricas subterráneas para escapar de los bombardeos aliados, organiza grupos de prisioneros para trabajar en las fábricas, así como de trabajadores extranjeros gracias a convenios con las SS y con el ministerio del aire...

Gracias a sus esfuerzos la guerra se alargó unos meses, lo que provocó la muerte de cientos de miles de personas que de otra forma, se hubieran salvado. Un verdadero horror.

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